Aunque los aceites sintéticos para refrigeración, existen
desde hace más de 25 años, en nuestro país han tenido
un uso muy limitado. Los aceites sintéticos tienen características
muy superiores a los minerales.
A diferencia de los aceites minerales, los cuales son
productos destilados directamente del petróleo crudo, los
aceites sintéticos se obtienen a partir de reacciones químicas
específicas. Por esta razón, su calidad no depende de
la calidad de ningún petróleo crudo, y su composición es
consistente todo el tiempo, ya que los componentes son
siempre iguales.
De lo anterior, se desprende que los aceites sintéticos, son
lubricantes que se podría decir que están "hechos a la
medida", ya que estos materiales pueden ser modificados
de acuerdo a las necesidades de una aplicación particular.
En el caso de los aceites sintéticos para refrigeración,
estos materiales se fabrican enfatizando las propiedades
de miscibilidad con los refrigerantes, resistencia a bajas ya altas temperaturas, excelente poder lubricante, 100%
libres de cera.
Existen varios tipos de aceites sintéticos, pero los que
mejor resultado dan en refrigeración son los de
polialquilenglicol (PAG) y los de poliol éster (POE).
En la actualidad, con la desaparición de algunos refrigerantes
clorofluorocarbonados (CFC's), y la aparición de
sus sustitutos, es necesario el uso de aceites sintéticos, ya
que algunos de estos nuevos refrigerantes como el
R-134a, no son miscibles con los aceites minerales
nafténicos ni aromáticos. El R-134a inclusive, ha mostrado
poca solubilidad con los aceites sintéticos de alquilbenceno;
en cambio, ha mostrado buena solubilidad con
los lubricantes de éster, de los cuales hay varios tipos.
Por otra parte, los lubricantes sintéticos de PAG, no son
compatibles con los clorofluorocarbonos (CFC's), como el
R-12. Específicamente, el cloro contenido en estos refrigerantes,
puede reaccionar con el aceite sintético y causarle
una degradación.
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